Ansiedad
Cómo controlar la ansiedad: 5 técnicas para cuando mi cabeza no para de pensar

Mi cabeza no para de pensar: ¿qué puede estar sucediendo?
¿Esa sensación de que la mente está siempre activa, incluso cuando intentas dormir? ¿Que no puedes concentrarte en una tarea porque tu cabeza está repleta de pensamientos aleatorios? Si te sientes abrumado por lo que parece ser un exceso de actividad cerebral, es posible que te preguntes qué puede estar sucediendo. A continuación, exploraremos algunas causas comunes de este problema, así como algunas estrategias para ayudarte a calmar tu mente y sentirte más tranquilo.
Causas comunes de una mente hiperactiva
Existen varias posibles causas para el problema de mi cabeza no para de pensar. A continuación, se muestran algunas de las razones más comunes detrás de la actividad cerebral excesiva:
1. Estrés
El estrés es una de las principales causas de una mente hiperactiva. Cuando te sientes estresado, tu mente se centra en los posibles peligros y amenazas que podrían estar a tu alrededor. Esta sobreestimulación puede hacer que te cueste concentrarte en las tareas cotidianas, e incluso puede interrumpir el sueño.
2. Ansiedad
La ansiedad es otro factor que puede contribuir a la actividad cerebral excesiva. Si experimentas ansiedad, tu mente puede centrarse en preocupaciones futuras y situaciones hipotéticas, incluso si no hay ningún peligro inmediato. Esta preocupación constante puede ser agotadora, y puede interferir con tus actividades diarias.
3. Falta de sueño
Si no duermes lo suficiente, tu cerebro puede tener dificultades para distinguir entre la vigilia y el sueño. Esto puede hacer que te sientas cansado durante el día, y puede hacer que te resulte difícil concentrarte en las tareas diarias. La falta de sueño también puede hacer que la mente hiperactiva sea más pronunciada.
4. Problemas nutricionales
La nutrición es un factor importante para la salud del cerebro. Si no estás comiendo bien, tu cerebro puede tener dificultades para funcionar correctamente. Alimentos como los azúcares refinados y la cafeína pueden causar un aumento en la actividad cerebral, lo que puede contribuir a la sensación de mi cabeza no para de pensar.
5. Hábitos poco saludables
El consumo de alcohol y drogas, así como el tabaquismo, pueden tener un efecto negativo en el cerebro. Estos hábitos también pueden contribuir a la actividad cerebral excesiva, así como a otros problemas de salud mental.
Cómo reducir la actividad cerebral excesiva
Si te sientes abrumado por una mente hiperactiva, existen varias estrategias que puedes seguir para ayudarte a sentirte más tranquilo. A continuación, se muestran algunos consejos útiles:
1. Haz ejercicio regularmente
El ejercicio es una excelente manera de reducir el estrés y la ansiedad, y puede ayudar a mejorar la salud del cerebro. Incluye actividades físicas en tu rutina diaria, incluso si sólo son unos pocos minutos al día.
2. Practica técnicas de relajación
La meditación, el yoga y otras prácticas de relajación pueden ayudar a reducir la actividad cerebral excesiva. Dedica tiempo cada día para practicar técnicas de relajación, y trata de hacerlas parte de tu rutina diaria.
3. Mejora tus hábitos alimenticios
Una dieta saludable puede ayudar a mejorar la salud mental y reducir la actividad cerebral excesiva. Trata de incluir alimentos ricos en nutrientes en tu dieta, y limita tu consumo de estimulantes como el azúcar y la cafeína.
4. Duerme lo suficiente
El sueño es esencial para una mente sana y equilibrada. Asegúrate de dormir lo suficiente cada noche, y establece una rutina regular de sueño para ayudar a calmar tu mente.
5. Busca ayuda profesional
Si la actividad cerebral excesiva está afectando tu calidad de vida, considera buscar ayuda profesional. Un terapeuta o psiquiatra puede ayudarte a encontrar estrategias para manejar tus síntomas, y puede proporcionarte tratamiento para problemas de salud mental subyacentes.
Conclusión
Una mente hiperactiva puede hacer que te sientas abrumado y distraído, pero existen estrategias efectivas para ayudarte a manejar tus síntomas. Si la actividad cerebral excesiva está afectando tu calidad de vida, considera hablar con un profesional de la salud mental para obtener ayuda adicional. Con un enfoque cuidadoso y planificación, puedes recuperar el control sobre tu mente y sentirte más tranquilo y tranquila.
¿Cuáles son las acciones a tomar cuando la mente no deja de pensar?
Cuando la mente no deja de pensar en el contexto de un Trastorno Alimentario, es necesario tomar medidas para controlar los pensamientos y evitar que estos afecten negativamente nuestra conducta alimentaria. Algunas acciones que se pueden tomar son:
1. Identificar los pensamientos: Es importante reconocer qué tipo de pensamientos están afectando nuestra alimentación, si estos son negativos o positivos.
2. Refutar los pensamientos negativos: Es fundamental combatir con hechos y argumentos sólidos los pensamientos negativos. La práctica de la detección de los pensamientos perjudiciales y refutación de estos con pensamientos positivos debe ser una constante en el tratamiento.
3. Distraer la mente: Buscar actividades que nos distraigan de estas ideas, como realizar actividad física, pintar, leer un libro, etc.
4. Meditación: Esto ayuda a reducir el estrés y la ansiedad que puede desencadenar pensamientos compulsivos. Practicar la meditación es muy útil para fortalecer el autocontrol.
5. Buscar apoyo: Contar con el soporte de amigos y familiares puede ser de gran ayuda en la recuperación. También es importante buscar la ayuda de un especialista si consideramos que estamos atravesando por un problema de salud mental.
6. Establecer metas: Definir objetivos realistas a corto plazo y trabajando en su consecución, nos permite enfocarnos en actividades positivas y alejarnos de los pensamientos que nos están afectando.
En conclusión, existen diversas estrategias para manejar los pensamientos que afectan negativamente nuestra conducta alimentaria. Identificar los pensamientos, refutar los negativos, distraer la mente y buscar apoyo son solo algunas de las acciones que podemos tomar en el camino hacia la recuperación.
¿Cuál es el término para describir cuando la mente no deja de pensar? Redacta solamente en castellano.
El término para describir cuando la mente no deja de pensar se llama **rumiación mental**. Este es un síntoma común en personas con trastornos alimentarios, especialmente en aquellos que sufren de ansiedad y obsesiones relacionadas con la comida y el peso corporal. La rumiación mental puede causar una gran angustia emocional y hacer que sea difícil concentrarse en otras cosas. Además, esta obsesión con la comida también puede llevar a comportamientos alimentarios poco saludables, como el sobrealimentación o la restricción alimentaria. Por lo tanto, es importante buscar ayuda profesional si se experimenta rumiación mental para evitar consecuencias negativas para la salud física y mental.
¿Por qué mi mente está constantemente pensando?
Tu mente puede estar constantemente pensando en el contexto de Trastornos alimentarios por varias razones. En primer lugar, los trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia pueden estar muy presentes en tu vida, ya sea porque tú mismo/a estás luchando con ellos o porque alguien cercano a ti está en esa situación. Esto puede hacer que te preocupes y obsesiones con el tema más de lo que te gustaría.
En segundo lugar, es posible que tu percepción del cuerpo y de la alimentación esté distorsionada debido a los mensajes negativos que recibes de los medios de comunicación, la sociedad en general o incluso tus seres queridos. Esto puede hacer que te sientas constantemente inseguro/a acerca de tu apariencia y alimentación, lo que puede alimentar tus pensamientos obsesivos.
Por último, la ansiedad y el estrés también pueden desempeñar un papel importante en tus pensamientos relacionados con los trastornos alimentarios. Cuando un evento estresante o incierto se avecina, podemos sentirnos abrumados e inseguros, lo que puede llevar a un aumento de pensamientos negativos y obsesivos.
Es importante tener en cuenta que estos pensamientos no son necesariamente negativos, siempre y cuando no te lleven a comportamientos peligrosos o autodestructivos. Si sientes que tus pensamientos están afectando tu calidad de vida, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
¿Qué ocurre cuando mi mente no para de pensar sin parar?
Cuando la mente no para de pensar sin parar en el contexto de los trastornos alimentarios, puede ser una señal de que algo no está bien. Las personas que padecen trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa o el trastorno por atracón, suelen experimentar pensamientos obsesivos relacionados con la comida, el peso y la figura corporal.
En el caso de la anorexia nerviosa, los pensamientos obsesivos se centran en la necesidad de perder peso, a menudo con una imagen distorsionada del cuerpo. La persona puede sentir que nunca está lo suficientemente delgada, incluso si su peso es muy bajo.
En la bulimia nerviosa, los pensamientos obsesivos se centran en controlar la ingesta de alimentos y las purgas, que son episodios en los cuales la persona come grandes cantidades de alimentos y luego se provoca el vómito o utiliza laxantes o diuréticos para evitar la ganancia de peso. También puede haber episodios en los que la persona restringe la ingesta de alimentos y luego se da un atracón.
En el trastorno por atracón, los pensamientos obsesivos se centran en la necesidad de comer grandes cantidades de alimentos y la falta de control sobre esta conducta. Puede haber sentimientos de vergüenza o culpa después de un atracón.
Todos estos pensamientos obsesivos pueden tener un efecto negativo en la salud mental de la persona, lo que puede llevar a un mayor aislamiento social, depresión y ansiedad. Es importante buscar ayuda si se experimentan pensamientos obsesivos en relación con la comida y el peso, ya que pueden ser un signo de un trastorno alimentario subyacente.
Ansiedad
Ecoansiedad, cuando el planeta duele por dentro y por fuera

La ecoansiedad —o ansiedad climática— es el miedo crónico al desastre ambiental. No figura (todavía) en el DSM-5, pero los estudios confirman su impacto real en la salud mental. En un mundo donde 2024 fue el primer año en superar 1,5 °C de calentamiento global, identificar sus síntomas y aprender a gestionarla se ha vuelto tan esencial como reciclar o reducir emisiones.
¿Qué es la ecoansiedad y por qué ahora?
En 2017, la American Psychological Association (APA) la definió como «miedo crónico al cataclismo ambiental». Aunque algunos medios la tratan como moda pasajera, las cifras cuentan otra historia: 2 de cada 3 adultos reconocen sentir preocupación «moderada o alta» por el cambio climático.1
Para España, la preocupación es doble. El país se calienta un 30 % más rápido que la media mundial y más del 70 % de la población vive en zonas que superan ese incremento de 1 °C sobre la línea base preindustrial, con picos estivales que rozan los 45 °C.2 No es de extrañar que adolescentes como Lucía (24 años) describan taquicardias cada vez que suena una alerta de “ola de calor”.
“No es drama generacional; es ansiedad real. Mis noches acababan en vela tras los incendios del Alto Tajo.”
— Lucía, estudiante de Biología
Causas multicapas de la ecoansiedad
Capa | Ejemplo tangible |
---|---|
Ambiental objetiva | WMO confirma 2024 como el año más cálido de los últimos 175 años, con +1,55 °C sobre 1850-1900. |
Mediática | Notificaciones 24/7 de incendios, sequías y “récord histórico” cada pocas semanas. |
Sociopolítica | Sensación de indefensión ante la lentitud de gobiernos y corporaciones para frenar las emisiones. |
Personal / identitaria | Valores pro-sostenibilidad muy fuertes → disonancia al no ver cambios reales. |
Síntomas más frecuentes
- Ansiedad anticipatoria: rumiaciones sobre «¿qué pasará con…?»
- Insomnio y sueños con desastres naturales
- Solastalgia: nostalgia del lugar propio que ya está cambiando (sequías, incendios)
- Culpa o vergüenza al consumir (plásticos, vuelos)
- Evitación de planes de futuro (paternidad, proyectos a largo plazo)
7 estrategias basadas en evidencia (y fáciles de aplicar)
- Terapia cognitivo-conductual con enfoque ecológico
Identifica pensamientos catastrofistas y ponlos a prueba con datos concretos. Busca profesionales formados en ansiedad climática. - Mindfulness climático
Respiración consciente al aire libre (sin móvil) y registro sensorial del entorno. Reduce rumiaciones y favorece la regulación emocional. - ACT (Acceptance & Commitment Therapy)
Aceptar emociones difíciles y comprometerse con acciones sostenibles asumibles. Eficaz para salir de la parálisis. - Voluntariado ambiental
Sembrar árboles o limpiar un río traslada la preocupación a la acción y disminuye la indefensión aprendida. - Dietas de información
Limita alertas push a dos fuentes fiables a la semana; prioriza reportajes largos sobre titulares de impacto. - Comunidades de apoyo
Grupos locales tipo Climate Café o foros online moderados. Compartir miedos reduce la carga emocional. - Consulta profesional
Si los síntomas alteran tu sueño, estado de ánimo o vida social, acude a un psicólogo especializado.
Profundiza en ansiedad ideica y somática para distinguir pensamientos intrusivos de la ecoansiedad.
La ecoansiedad no es señal de debilidad, sino de empatía con la Tierra. Convertir la preocupación en acción —cuidándote tú y cuidando el planeta— es el antídoto más poderoso. Si sientes que el miedo supera tus recursos, pide ayuda: tu salud mental merece un plan de descarbonización de miedos tanto como el planeta necesita un plan de emisiones.
¿Te interesan más temas de salud emocional? Visita nuestra sección de Estado de Ánimo.
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¿Cuántos tipos de parejas existen? Descubre las diferentes formas de amor y relaciones en pareja

Trastornos alimentarios: Cuántos tipos de parejas existen
¿Alguna vez te has preguntado cuántos tipos de parejas existen en el mundo? Aunque esta pregunta puede parecer simple, la respuesta puede ser muy compleja debido a las diversas formas en que las personas se relacionan y establecen vínculos afectivos.
En este artículo, hablaremos sobre los diferentes tipos de parejas que existen, para que puedas tener una mejor comprensión de cómo las relaciones pueden variar significativamente de una persona a otra. Acompáñanos en este recorrido a través de los diferentes tipos de parejas.
Parejas heterosexuales: La pareja tradicional
La pareja heterosexual suele ser la más común. Se trata de una unión entre un hombre y una mujer que comparten una relación sentimental y emocional. Esta forma de pareja es la que suele estar más presente en la cultura popular y es la que ha sido considerada como «normal» durante mucho tiempo.
Parejas homosexuales: Ampliando horizontes
Las parejas homosexuales son aquellas compuestas por dos personas del mismo sexo que tienen una relación sentimental y emocional. Durante mucho tiempo, las parejas homosexuales han sido discriminadas y marginadas, pero cada vez son más aceptadas en la sociedad moderna.
Parejas bisexuales: Abiertos a todas las opciones
Las parejas bisexuales son aquellas formadas por personas que sienten atracción hacia ambos géneros, ya sea sexual o románticamente. En este tipo de pareja, la orientación sexual no define la relación, sino que ambos miembros pueden tener una atracción igualmente fuerte hacia cualquier género.
Parejas poliamorosas: Amor sin límites
Una pareja poliamorosa es aquella en la que tres o más personas tienen una relación sentimental y emocional. En este tipo de pareja, se rompe con el concepto tradicional de monogamia y se acepta que existen diferentes formas de amar y relacionarse.
Es importante destacar que en este tipo de parejas, todas las partes involucradas están completamente de acuerdo con esta elección y han establecido reglas y límites para garantizar el bienestar de todos los miembros.
Parejas asexuales: El amor sin necesidad de intimidad física
Las parejas asexuales son aquellas en las que las dos personas en la relación no tienen interés en tener relaciones sexuales, aunque sí sienten atracción emocional y sentimental el uno hacia el otro. Esta forma de relación puede variar mucho dependiendo de cada pareja, pero lo que las une es que no sienten la necesidad de tener contacto físico o sexual.
Parejas platónicas: El amor sin atracción sexual ni romántica
Las parejas platónicas son aquellas en las que dos personas tienen una relación afectiva profunda sin que exista atracción sexual ni romántica. Este tipo de pareja es algo común en relaciones entre amigos muy cercanos o familiares, y se basa en un amor puro y desinteresado.
Conclusión
En resumen, existen muchos tipos de parejas diferentes que pueden ser igualmente válidos y saludables, siempre y cuando sean elegidos por ambos miembros de manera consciente y respetando los límites y acuerdos establecidos. La clave para una relación exitosa es la comunicación clara y honesta entre ambas partes, así como el respeto y la tolerancia hacia las diferencias individuales en la pareja.
Esperamos que este artículo haya sido útil para aclarar algunas dudas sobre los diferentes tipos de parejas que existen. Recuerda siempre respetar y valorar a tu pareja, independientemente del tipo de relación que tengas.
¿Cuáles son las 12 formas de relaciones amorosas?
En el contexto de los trastornos alimentarios, existen varias formas de relaciones amorosas que pueden ser perjudiciales y fomentar estos trastornos. A continuación, se mencionan 12 de estas formas:
1. Relaciones tóxicas: una relación en la que una persona controla o manipula a la otra puede llevar a que la víctima desarrolle un trastorno alimentario para sentir cierto control en su vida.
2. Codependencia: cuando una persona depende emocionalmente de la otra, puede verse afectada por las decisiones y comportamientos de su pareja, incluyendo sus hábitos alimentarios.
3. Competencia: una relación en la que las personas compiten entre sí por ser más delgadas o saludables puede llevar a comportamientos obsesivos con la comida y el ejercicio.
4. Negación: cuando una persona niega estar teniendo problemas alimentarios y su pareja lo apoya, puede llevar a que la víctima no busque ayuda para superar su trastorno.
5. Presión social: cuando una persona siente presión de su pareja u otro grupo social para seguir ciertos estándares de belleza y peso, puede verse impulsada a comer de forma poco saludable o a hacer dietas extremas.
6. Inseguridad: una persona que se siente insegura en su relación puede tratar de ganar la aprobación de su pareja mediante su apariencia física.
7. Falta de apoyo: si una persona no recibe el apoyo de su pareja en su lucha contra un trastorno alimentario, puede sentirse aislada y desmotivada para buscar ayuda.
8. Falta de comunicación: si una pareja no habla abierta y honestamente sobre sus inseguridades y problemas relacionados con la alimentación, puede llevar a malentendidos y a comportamientos poco saludables.
9. Comparaciones constantes: cuando una persona se compara constantemente con su pareja y siente que no está a la altura, puede llevar a comportamientos dañinos con la comida.
10. Estereotipos de género: las expectativas de género pueden afectar la relación que una persona tiene con la comida y el ejercicio, lo que puede resultar en un trastorno alimentario.
11. Trastornos alimentarios compartidos: si ambas personas en la relación tienen un trastorno alimentario, pueden alimentar y perpetuar los comportamientos dañinos entre sí.
12. Falta de comprensión: si uno de los miembros de la pareja no entiende o minimiza la gravedad de un trastorno alimentario, puede llevar a que la víctima no reciba el tratamiento adecuado.
¿Cuál es el término utilizado cuando hay 3 parejas?
El término utilizado en el contexto de Trastornos alimentarios cuando hay 3 parejas es el de Triángulo de Karpman, también conocido como triángulo dramático. Este concepto se utiliza para describir una dinámica interactiva de tres roles: la víctima, el perseguidor y el salvador. En el contexto de los trastornos alimentarios, puede referirse a la relación entre la persona afectada por el trastorno, su familia y los profesionales de la salud que los tratan.
¿Cuál es el nombre de una relación compuesta por 4 personas?
Una relación compuesta por cuatro personas en el contexto de los trastornos alimentarios se conoce como cuarteto sintónico. Este término se utiliza para describir una dinámica relacional en la que cada miembro del grupo cumple un rol específico y necesario para que el sistema funcione de manera «armónica» o equilibrada. En el caso de los trastornos alimentarios, el cuarteto sintónico se refiere a una constelación de cuatro personas clave en la vida de alguien que padece un trastorno alimentario: la persona afectada, el padre/madre dominante, el padre/madre cuidador y el hermano/a ausente o chivo expiatorio. Este concepto fue desarrollado por el psiquiatra y psicoanalista Salvador Minuchin en la década de 1970, y se utiliza ampliamente en la terapia familiar y en el tratamiento de los trastornos alimentarios.
¿Cuál es el término para referirse a una pareja que no está en una relación sentimental?
En el contexto de los trastornos alimentarios, se utiliza el término compañero/a de enfermedad para referirse a alguien con quien se comparte la experiencia de tener un trastorno alimentario, sin necesariamente estar en una relación sentimental o amorosa. Este término busca reflejar la importancia de contar con el apoyo de personas que entienden las dificultades y retos propios de la enfermedad, y con quienes se puede compartir un proceso de recuperación conjunto.
Ansiedad
La Evolución de una Especie: del pasado al presente

¿Cuál es la definición de evolución en una especie?
En el contexto de los Trastornos alimentarios, la evolución en una especie se refiere a los cambios adaptativos que han surgido en la alimentación y en la percepción del cuerpo humano a lo largo del tiempo. En este sentido, se puede observar una evolución cultural y social en la forma en que se concibe la comida y la estética corporal, y cómo esto influye en la aparición y prevalencia de trastornos alimentarios.
Por ejemplo, en las sociedades occidentales, la imagen corporal idealizada ha cambiado a lo largo de las décadas, y podemos ver cómo esto ha llevado a un aumento en los casos de trastornos como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, ya que las personas buscan cumplir con estos ideales de belleza.
Además, también se puede hablar de una evolución biológica en los trastornos alimentarios, donde los procesos fisiológicos que regulan la alimentación y el apetito han sido alterados en algunos casos por factores genéticos o ambientales, lo que puede llevar a la aparición de trastornos como el trastorno por atracón o la pica.
En general, la evolución en una especie en el contexto de los trastornos alimentarios se refiere a los cambios tanto culturales como biológicos que han influenciado en la relación de las personas con la comida y su propio cuerpo, y cómo esto ha llevado a la aparición y prevalencia de distintos tipos de trastornos alimentarios.
¿Cómo ocurre la evolución de las especies?
La evolución de las especies en el contexto de los trastornos alimentarios se refiere al cambio gradual y adaptativo que ha ocurrido a lo largo del tiempo en las personas que padecen estas enfermedades.
En primer lugar, cabe mencionar que los trastornos alimentarios se caracterizan por una alteración en la conducta alimentaria y una percepción distorsionada del cuerpo, lo que puede llevar a un deterioro grave de la salud física y emocional.
En segundo lugar, se ha observado que los trastornos alimentarios no afectan a todas las personas de la misma manera, sino que existen factores genéticos, ambientales y psicológicos que influyen en su aparición y desarrollo.
En tercer lugar, la evolución de las especies en el contexto de los trastornos alimentarios se ha manifestado en la aparición de nuevas formas de estos trastornos, así como en la adaptación de las personas afectadas para sobrevivir y convivir con ellos.
Por último, es importante destacar que la evolución de las especies en este contexto también implica la búsqueda constante de soluciones más efectivas para prevenir y tratar estos trastornos, así como la concienciación social sobre su gravedad y complejidad.
¿Cuáles son los 5 tipos de evolución? Escríbelo solo en español.
En el contexto de los trastornos alimentarios, podemos identificar 5 tipos de evolución:
1. Evolución negativa: se refiere al empeoramiento del trastorno alimentario, donde se pueden observar mayores restricciones alimentarias, conductas purgativas más severas y una mayor obsesión por el peso y la figura.
2. Evolución lenta: en algunos casos, la evolución del trastorno alimentario es muy lenta y puede durar años, lo que dificulta el tratamiento y la recuperación.
3. Evolución cíclica: en algunos momentos, el trastorno parece disminuir y la persona afectada mejora su relación con la comida, pero luego recae en conductas restrictivas o purgativas.
4. Evolución fluctuante: en esta evolución, la persona con trastorno alimentario experimenta altibajos en su proceso de recuperación, con avances y retrocesos frecuentes.
5. Evolución positiva: finalmente, la evolución positiva se da cuando la persona afectada logra superar el trastorno alimentario y recupera una relación saludable con la comida y su cuerpo. Es el resultado del esfuerzo y la dedicación en el tratamiento y la terapia.
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